Opinión

El socialismo democrático o la sociocracia: crecimiento contra desarrollo

Ilustración: Hanna Barczyk

Parte I

América Latina se ha puesto de pie, en las calles ha brotado un movimiento inédito en nuestra historia: el pueblo ha salido en tanto pueblo, lo que quiere decir es que la movilización ya no corresponde a algún sector en específico, sino que se puede hablar ahora de una combinación global que cruza transversalmente generaciones (han salido por igual jóvenes, adultos y abuelos) a la vez que se ha roto la división campo-ciudad (han salido igual mestizos que comunidades originarias).

La protesta es ahora universal y demuestra tener una capacidad de resistencia nueva. El mensaje es el mismo: las políticas que hasta ahora han sido dominantes en la economía mundial han demostrado ser un fraude y un fracaso. En suma, el neoliberalismo ha agotado su poder de convencimiento y es momento de buscar alternativas.

El primer elemento a considerar es que el neoliberalismo es una expresión de un fenómeno a escala global: el dominio del dólar y el poder militar de facto del país hegemónico (Estados Unidos) como una super economía que esquilma sistemáticamente a los países que se encuentran en su área de influencia.

Esta estructura de dominio cívico-militar es la que ha estado oculta tras la propaganda del libre mercado. Esta estrategia de ocultamiento es lo que ha permitido que los procesos económicos sean prácticamente ininteligibles puesto que se acostumbra juzgar el desempeño de los países por sí mismos, es decir, como aislados de su condición dentro de la estructura de dominio mundial.

Uno de los mecanismos de mayor éxito fue colocar el principio de la democracia como el espíritu del mercado. Pero democracia e imperialismo no se llevan, ¿cómo hablar de justicia electoral si existen relaciones de dominio económico tan fuertes que pueden someter a los países a una crisis económica o política profunda? La llamada democracia es, en realidad, una plutocracia. Dicho de otra manera, la plutocracia en el control del Estado es expresión de la autocracia del poder económico del capital.

¿Quién representa esta autocracia? El Capital financiero. El neoliberalismo es la política que permite consolidar esta autonomía para el movimiento libre del capital en su proceso de acumulación. Así de simple y así de vacío es el objetivo de este modelo económico.

La verdadera democracia, según sus raíces griegas, es cuando los productores reales (en este caso toda la sociedad) ganan terreno contra la plutocracia y rompen el poder de las oligarquías. El principio democrático es esencialmente anti-oligárquico sino es tan solo una simulación, un simulacro democrático.

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La realidad nos ha alcanzado y hoy hay levantamientos de la sociedad en su conjunto en distintas partes del mundo. Latinoamérica ha tenido un despertar crudo frente a los resultados evidentes de una gestión neoliberal que ha sido exitosa en desvalorizar y pauperizar a la sociedad.

La sociedad chilena exige una nueva constitución, el pueblo boliviano busca defender un modelo económico plurinacional e incluyente frente al regreso del pensamiento único y el uso oligárquico de la biblia; la sociedad argentina le ha dicho no al macrismo, la sociedad colombiana se resiste a las políticas de Iván Duque. La sociedad haitiana no se resigna a la pobreza sistemática; México –con el respaldo popular– lleva ya un año acelerando transformaciones en su estructura para reorganizar el sentido de la producción social.

La región latinoamericana ha tomado conciencia de que no se puede seguir transitando por la misma vía, por tanto, es de medular importancia clarificar los términos ideológicos que ha usado la élite neoliberal del mundo y resignificar los conceptos con los que comprendemos nuestra realidad mundial.

El neoliberalismo ha puesto el énfasis en el crecimiento pues sú único objetivo son las tasas de crecimiento aceleradas para acumular más capital. La contabilidad social se limitó a medir el éxito de los capitales, no de la gente; en contraste, ahora el énfasis debe ser en el desarrollo puesto que lo que necesitamos son tasas de transformación cualitativa acelerada sobre las estructuras económicas y sociales que necesitamos cambiar.

Tenemos ahí los estudios de Thomas Piketty en los cuales queda de manifiesto cómo el sistema capitalista es una máquina concentradora de riqueza a costa del aumento de la pobreza mundial. Por ello, el enfoque del desarrollo significa avanzar en la constitución de una estructura económica democrática (no simuladamente democrática) donde los productores reales (trabajadores y emprendedores privados) puedan participar equitativamente en las condiciones generales de producción.

El economista Thomas Piketty. Foto: Especial

Superar el neoliberalismo significa superar la monopolización del acceso al crédito y el derecho a participar de las fuerzas productivas realizadas colectivamente. El desarrollo significa garantizar condiciones mínimas para la eliminación de las oligarquías económicas y dar paso a la democratización de la economía en beneficio de la sociedad como un conjunto. De ahí que para comenzar a distinguir esta primera aproximación crítica le denominemos al proceso, la democratización económica de la sociedad o la sociocracia.

5 Comentarios

  1. Armando García Lagos Barba

    5 diciembre, 2019 at 12:15 am

    Excelente escrito, bien desarrollado y concluido.

  2. Talivan Iraki

    5 diciembre, 2019 at 4:31 am

    Mas que SOCIALISMO (lo dicen como si fuera una palabrota), yo mas bien veo al gobierno del peje como uno con sentido social, que x 1ra vez en décadas realmente voltea a ver y se preocupa x los sectores mas desfavorecidos; por supuesto…comunista no es, parece que muchos nomas no entienden que el comunismo prácticamente murió y dejo de ser funcional con la extinción de la Unión Soviética, la caída del muro de Berlin, y la disolución del pacto de Varsovia; es mas, ya ni siquiera es comunista, aunque sigue estando todavía muy lejos de ser una verdadera democracia.

    La idea del socialismo o comunismo donde todos deben tener lo mismo suena bien EN TEORÍA, y hasta puede funcionar relativamente bien x cierto tiempo, pero a largo plazo se vuelve insostenible, pues es el equivalente a ser arrollado x un tren y quedarse sin brazos ni piernas sin embargo, la idea del capitalismo (especialmente el neoliberal), donde el 1 % controla el 80 – 85 % de todo es aun mas estúpida y errada, pues a largo plazo es el equivalente a tener cáncer, donde al principio parece estar todo bien y no te duele nada, pero a largo plazo mueres lenta y definitivamente, mientras todo el tiempo crees que estás a todo dar siempre y cuando el estado pueda proveer cierto nivel de estabilidad social-política-y económica, sobre todo acceso a bienes y servicios :O Ambas filosofías tienen pocas cosas en común, y bastantes diferencias notorias; quizás la mas destacable es que mientras el comunismo es una forma extrema del socialismo y se le puede considerar un sistema político…el socialismo es mas bien un sistema socioeconomico que puede coexistir en cierto grado y hasta cierto punto con otras formas de gobierno.

    Muchos no saben que países como Canada, USA, Australia, Nueva Zelanda, y Gran Bretaña tienen programas gubernamentales basadas en algunos principios del socialismo, y que hasta naciones como Argentina, Brasil, Colombia, Francia, Belgica, Holanda, y España tienen partidos políticos de índole socialista, pero ninguno es comunista, así que ya olvídense de esa perorata tan desgastada de que AMLO se convertirá en un dictador o transforme a Mexico en Cuba, Corea del Norte, Nicaragua, o Venezuela, no tiene ni pies ni cabeza y x lo quemada ya no convence :/

    Primero, no puede convertirse en dictador, porque su gobierno dura 6 años, existe un marco constitucional que tiene que respetar y muchos contrarios en su momento se lo harán saber. (Las dictaduras se prevalecen en el poder de una persona o partido político, como el pri). En cuanto a la transformación en Cuba, Corea del Norte, Nicaragua, o Venezuela…imposible, cito al ex-presidente Porfirio Díaz, ”estamos tan cerca de USA y tan lejos de Dios” 🙁 Ellos no lo permitirían por múltiples razones, aparte del miedo que le tienen al socialismo y comunismo. Ojala que los derechairos y pejefobicos pudieran leer sobre ambas filosofías y no dejarse llevar x comentarios infundados generados x quienes en realidad no tienen NPI (ni puta idea) de lo que son ambas cosas, pues si no distinguen la gimnasia de la magnesia, menos el socialismo del comunismo.
    https://www.youtube.com/watch?v=vSsJQ1UsIpE

  3. Confundido

    5 diciembre, 2019 at 4:31 pm

    Óscar David dices mucha paja, mejor en concreto qué consiste este modelo llamado “Sociocracia”, digo todos sabemos que el neoliberalismo es un modelo inventado por la Escuela Austriaca donde el libre mercado y el gobierno se complementan pero ese otro modelo nuevo, realmente no lo conocemos.

    Como veo que eres economista, mejor en vez de divagar sobre Chile, Colombia y Argentina, deberías explicarnos con manzanas cómo funciona ese modelo, los latinoamericanos no queremos crítica, queremos propuestas.

  4. Gaspar

    5 diciembre, 2019 at 8:11 pm

    ¡Aplausos, aplausos, aplausos!

  5. Pingback: De la distribución plutocrática a la democratización de la economía

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