Era 19 de Septiembre del año 2017, cerca de las 12 de la tarde en el salón D203 del Anexo de la Facultad de Derecho de la UNAM, o como todos la conocen “la escuelita”. Un compañero llegaba tarde a nuestra clase de Teoría de la Constitución impartida por el Dr. John M. Ackerman. Una clase que sin duda alguna, cambiaría todas mis perspectivas sobre el derecho y también el rumbo de mi vida.
Las clases de constitucional en la facultad solían ser para aprender conceptos y sobre cómo estaba estructurado el sistema constitucional de nuestro país. Algunas de las clases eran muy simples y llanas, sin embargo, la clase del Dr. John era muy distinta e inusual, pues se trataba de leer, cuestionarnos y comprender cómo habíamos llegado hasta aquí, de qué luchas veníamos como mexicanos. Él iba más allá de lo que suele enseñarse. Por esos días leíamos el Diario de los Debates del Congreso Constituyente de 1917.
Y en eso, Víctor, que llegó algunos minutos tarde a la clase que ya había empezado con la respiración agitada que te deja subir corriendo al segundo piso, dijo efusivamente: “López Obrador está en la facultad”.
Ante la expectación de todos en la clase, Víctor le pidió al Dr. John que nos dejara bajar a ver qué estaba pasando, pero él nos dijo que esperáramos un momento y salió rápidamente del salón. Todos nos quedamos mirándonos entre sí, sin saber que pasaría. Si el doctor John lo convencería o regresaría con las manos vacías.
Pero nuestra sorpresa fue grande cuando minutos después, el doctor John llegó con Andrés Manuel, acompañados detrás de ellos por un gran grupo de estudiantes que al igual que nosotros, estaban muy emocionados y sorprendidos.
Casi como una casualidad que más bien parecía destino, Andrés Manuel estaba en mi salón de clases. Aprovechando que hablábamos sobre el artículo 27, el ahora Presidente nos regaló una historia invaluable sobre cómo este artículo tan peculiar fue uno de los últimos en ser aprobados y nos habló de las reuniones secretas que había en esa época, además de los agentes estadounidenses inmiscuidos en la situación del país y del asesinato de Carranza, hasta la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas.
Ese día, Andrés Manuel nos dijo que el petróleo es del pueblo, de la nación; que ni siquiera es del gobierno como para privatizarlo como lo hizo en su momento Peña Nieto, pues enfático, nos dijo que era de los mexicanos. Y que muy pronto todo iba a cambiar. Lo cual hoy, cuatro años después, así ha sido.
Un día como hoy pero de 2017, @lopezobrador_ nos decía en una de las aulas de la Facultad de Derecho, que el petróleo era del pueblo.
Ahora, 4 años después, sigue en esta lucha en la que millones lo acompañamos.
Qué suerte estar ahí ese día. pic.twitter.com/Vf2jRw5gzx
— Beth Castillo (@bethcastilloo) September 19, 2021
Nos regaló también una anécdota personal sobre cómo él estudió en esas aulas y de la vez que su mamá fue a verlo a la universidad para corroborar que él estaba ahí.
Con el tiempo descubrimos que AMLO se encontraba en los pasillos de la Facultad de Derecho ese 19 de septiembre, minutos antes del fatídico temblor, acompañado por el incansable Epigmenio Ibarra, quien con cámara al hombro grababa el documental “Esto soy”, pues cuando Andrés Manuel estudiaba la carrera de Ciencia Política, la facultad se encontraba en esos mismos edificios que ahora pertenecen a Derecho, y ese era el motivo de su visita.
Tuvimos mucha suerte, pues mientras muchísimos alumnos estaban afuera del salón observando, nuestro grupo pudo escuchar a quién hoy es uno de los presidentes más queridos de México. Un Presidente que conoce a su pueblo, que sabe lo que le duele y que siempre lucha para que esté mejor. Además, estábamos contentos y orgullosos, pues salimos en las escenas del documental que estaban grabando. Sin duda, fue un día lleno de emociones.
Ese día Andrés Manuel nos dijo que las cosas iban a cambiar. Yo le creí y desde entonces no me he sentido defraudada, sino al contrario, estoy orgullosa de formar parte de la cuarta transformación, pues está cambiando la realidad de las y los mexicanos y juntos reconstruimos un país que nos dejaron en pedazos. Luchamos codo a codo, con muchas personas con las que compartimos causas, valores e ideales.
Sin duda alguna aún hay muchísimo trabajo que hacer, muchas cosas por arreglar y cambiar, pero si algo hemos podido aprender de nuestro presidente, es que al miedo se le combate con esperanza. Por eso no olvidamos, por eso no nos rendimos, no claudicamos. Por eso estamos trabajando todas y todos juntos, para tener un México mejor, en el que todos y todas podamos ser libres.
Víctor
21 septiembre, 2021 at 9:46 pm
Hola Beatriz, que ese día no fue el temblor? Por las horas que manejas fue una hora antes de que eso ocurriera.
Luis Ortiz Garcia.
21 septiembre, 2021 at 10:50 pm
Es muy agradable leer este texto, me siento parte de este cambio, jamas pensé que viviría en un proceso como este con un gran líder. Gracias por compartirlo
Austreberto Rangel
21 septiembre, 2021 at 11:27 pm
Exelente!! qué afortunada de haber escuchado al mejor Presidente que ha tenido nuestro país desde hace muchos años.
José Rosario
22 septiembre, 2021 at 12:08 am
Buena anecdota… Gracias por compartirla…!!!
Dante Gonzalez
23 septiembre, 2021 at 6:21 pm
Que afortunados tu y los que estuvieron en esa clase. Contra lo que se pensaba antes del 2018 los jóvenes están más despiertos que nunca, y de seguir las cosas como hasta ahora, con la 4T y nuestro querido presidente AMLO, México tiene un futuro muy prometedor.
Solo te pido que en la medida de tus posibilidades, cambien la pésima imagen de los abogados