El atraco de los neoliberales con Banamex

En 1982, Banamex fue estatizado por José López Portillo, luego semirreprivatizado por Miguel de la Madrid, reprivatizado totalmente por Carlos Salinas de Gortari en 1991, “rescatado” por Ernesto Zedillo en 1995, extranjerizado por Vicente Fox en 2001 y, desde 2022, fue puesto a la venta por Citigroup.

Cuando en mayo de 2001 Roberto Hernández extranjerizó Banamex, vendiéndolo a Citigroup tras su generoso “rescate” por el Fobaproa, el entonces presidente, Vicente Fox, lo calificó como “la venta del siglo”, al sumar 12 mil 500 millones de dólares.

Desde entonces, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha denunciado el descarado atraco a la nación por este “traspaso”, ya que la parte vendedora evadió impuestos por alrededor de 3 mil millones de dólares, con el pretexto de que la transacción se hizo en el mercado de valores.

No obstante, Carlos Fernández-Vega recuerda, en su columna ‘México SA’ publicada en La Jornada que, en la evasión fiscal legalizada en la “venta del siglo” no fue casual ni producto del “mercado de valores”, sino de la expresa autorización de Fox y su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

En junio de 2001, a un mes de anunciarse la extranjerización del banco, Citigroup “solicitó formalmente a la Secretaría de Hacienda que declare exenta de cualquier gravamen fiscal la operación de venta a Citigroup, que involucra un pago por parte del consorcio estadounidense de 6 mil 250 millones de dólares en efectivo y un monto similar en acciones”.

Según un documento dirigido al SAT, el representante legal de Banamex-Accival, Alberto Navarro Rodríguez, solicitó una ‘confirmación del criterio’ de que la operación de venta no generaría pago de impuestos o ‘enajenación fiscal de bienes’, según publicó en La Jornada Roberto González Amador.

Fox y Gil Díaz rápidamente autorizaron la solicitud y la venta de Banamex a Citigroup fue concretada sin contratiempos y sin impuestos. 

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“Así de sencillo: negocio redondo, impunidad total, ‘venta del siglo’”, menciona el Fernández-Vega.

En esa época, el saldo de los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) sumaba cerca de 698 mil millones de pesos, mientras que velozmente crecían las utilidades de los banqueros.

Por otra parte, recuerda Fernández-Vega, cada mexicana y mexicano debía cerca de 7 mil pesos, “gracias al ‘obsequio’ de Ernesto Zedillo y los legisladores tricolores y blanquiazules, sin olvidar la multimillonaria cantidad que anualmente se incluye en el presupuesto de egresos de la Federación para ‘reducir’ los citados pasivos”.

Hoy, 22 años después de la “venta del siglo”, el saldo de los pasivos del IPAB acumula un billón 44 mil millones de pesos, por lo que cada uno de los mexicanos y mexicanas, incluidos los recién nacidos, debe más de 8 mil pesos y, contando, mientras el saldo no deja de aumentar.