Calderón, EPN, Lozoya y Meade desfalcaron a Pemex con 4 mil mdp

Poco antes de las elecciones de 2018, los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, así como Emilio Lozoya y José Antonio Meade, fueron denunciados ante la, entonces, Procuraduría General de la República (PGR) por el posible desfalco a Pemex por mil 935 millones de pesos en 2016.

La denuncia sería producto de un contrato “desventajoso” entre Pemex y Braskem (de Odebrecht) e Idesa (de la familia de Gerónimo Gutiérrez Fernández, quien entonces era subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación), y por el cual el consorcio le compra a la petrolera etano “barato” durante los próximos 20 años.

Al respecto, el integrante de la organización Ahora, Alfredo Figueroa Fernández, dijo que se debe hacer una investigación profunda para deslindar responsabilidades y determinar quiénes han sido los beneficiados directos e indirectos, debido al conjunto de decisiones e implicaciones del grupo político de Peña, que fue construido desde el sexenio de Calderón.

“Desde luego, lo que tiene que revisarse es desde su propia génesis si este contrato de suministro que era desventajoso para Pemex no es nulo desde su origen por la ilegalidad con la que se firmó”, explicó.

No obstante, luego de que la denuncia fuera presentada, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló en la Cuenta Pública de 2017 -publicada en febrero de 2019- mayores pérdidas para Pemex por mil 707 millones de pesos en 2017, debido a que el costo de producción y transporte de etano fueron mayores que los ingresos por su venta al complejo “Etileno XXI” de Braskem-Idesa.

De esa forma, el daño a la petrolera llega a los 3 mil 642 millones de pesos.

Sobre el tema, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que “para instalar la planta se les dio crédito de Nacional Financiera y de Baconmext”, por lo que se está investigando y revisando para “ver si se puede cancelar el contrato”.

Figueroa dijo al respecto que, como los denunciantes no son considerados víctimas no pueden tener acceso a los expedientes de la investigación para saber su avance, pero concordó con la necesidad de revisar el contrato “porque le sigue costando a los mexicanos al seguir financiando a una empresa a la que le proveemos etano a un precio menos que del mercado”.

Pérdidas millonarias

Gracias al desfase en el inicio de la operación del Complejo “Etileno XXI”, de enero de 2015 a febrero de 2016 la petrolera pagó por los servicios no prestados de transporte de etano un total de 668 millones 986 mil 400 pesos.

Aunque el etanoducto estaba listo, Braskem-Idesa no inició operaciones sino hasta marzo de 2016, es decir, nueve meses después que el inicio de operaciones que se había pactado en el contrato.

Eso no es todo, Pemex también reportó pérdidas de mil 935 millones de pesos por la venta de etano, pues el costo de producción de las ventas durante 2016 fue de mil 736 millones de pesos, que sumados a los mil 387 millones de pesos de servicio de transportación que se pagaron por un año, elevaron el costo de ventas a un total de 3 mil 123 millones de pesos, comparado con el monto ingresado por las ventas, de mil 188 millones de pesos.

Todos los cimientos para echar a andar el Complejo “Etileno XXI”, de Coatzacoalcos, Veracruz, para suministrar etano a través de centros procesadores de gas de Ciudad Pemex, Nuevo Pemex, Cactus y el Complejo Peroquímico Cangrejera, ocurrieron en el sexenio de Felipe Calderón.

Según la ASF, el 19 de febrero de 2010 se llevó a cabo un “proceso de subasta” entre 12 inversionistas privados, en los que las entonces Pemex Gas y Petroquímica Básica -actualmente Pemex Transformación Industrial- entregaron un “Contrato de Suministro de Etano” por un periodo de 20 años, con un volumen mínimo de 66.0 miles de barriles diarios a un grupo de dos inversionistas:

• El consorcio formado por la brasileña Braskem (con participación accionaria de Odebrecht)
• La empresa mexicana Idesa

Braskem-Idesa invirtió 5 mil 200 millones de dólares para diseñar, financiar, construir, poseer y operar una planta de etileno y dos o tres plantas de polietileno con la infraestructura de servicios y accesos.

Se estableció que las operaciones iniciarían, como máximo, el 30 de junio de 2015, con un año previo de pruebas, pero empezó a operar hasta marzo de 2016, por lo que no generó valor económico ni rentabilidad para la petrolera.

Luego, bajo el sexenio de Peña Nieto y la dirección de Lozoya, Pemex formalizó en diciembre de 2012 un contrato por adjudicación directa de “Servicios de Transporte de Etano” por ducto, para así suministrar el etano al complejo “Etileno XXI” de Braskem-Idesa.

El proyecto contemplaba la construcción de un etanoducto de 226 kilómetros para la conexión entre los centros procesadores de gas de Ciudad Pemex, Nuevo Pemex, Cactus y el “Complejo Etileno XXI”, así como del Complejo Petroquímico Cangrejera al “Complejo Etileno XXI”.

En noviembre de 2015, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) entregó a “Gasoductos del Sureste” el título de permiso de transporte de petroquímicos.

Luego, en julio de ese año, el Consejo de Administración de Pemex acordó que el monto del contrato por los 20 años y medio de su vigencia por el transporte pasaría de 982 millones de dólares a mil 346 millones de dólares, con una tarifa anual de 65 millones 746 mil dólares por cambios de diámetros en los ductos, de válvulas, instalación de calentadores y problemas sociales ocasionados por cambios de ruta.

De esa manera, se demuestra cómo durante años Pemex fue saqueada de manera indiscriminada, por lo que es importante el Gobierno actual acate las formas de transparencia para poder explicar estos temas y hacer llamar a los responsables.