Durante los primeros dos meses del año, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bloqueó 195 millones 867 mil 705 pesos en el sistema financiero, lo que representa el 43% de los 447 millones 697 mil 444 pesos congelados en todo el 2022, de lo cual hasta ahora, no se ha presentado algún desbloqueo ordenado por garantías de audiencia o juicios de amparo.
El pasado 22 de marzo, la UIF a cargo de Pablo Gómez presentó ante el gabinete de seguridad federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador el informe del primer bimestral del año, en donde detalló que el dinero corresponde a 822 cuentas bloqueadas que pertenecen a 116 personas, producto de ocho acuerdos de bloqueo por casos distintos relacionados con lavado de dinero, de acuerdo con Milenio.
En este sentido, se presentaron ya 11 denuncias penales ante la Fiscalía General de la República, las cuales involucran a 68 sujetos. Aunque el informe no especifica los casos concretos a los que se refiere cada denuncia.
Seis de estas denuncias son por el delito de defraudación fiscal e implican a 20 sujetos, ya sea personas físicas o morales. Otras dos denuncias son por delitos contra la salud e implican a 18 personas, una más es por delincuencia organizada con 12 involucrados, una por el ejercicio ilícito del servicio público con 11 implicados y la última por fraude con siete implicados.
Fue el pasado 15 de marzo de 2022, que el pleno de la Cámara de Diputados aprobó con votos 266 a favor y 219 en contra reformas legales que facultan a la UIF a bloquear cuentas bancarias por el simple hecho de tener indicios de que una persona está relacionada con delitos de lavado de dinero, financiamiento al terrorismo o los que tengan que ver con dichos ilícitos.
En este tenor, la reforma aprobada contempla que cuando una persona haya sido incluida en la lista de personas cuyas cuentas fueron bloqueadas, podrá solicitar garantía de audiencia para explicar o solicitar información sobre el bloqueo bancario.

Armando G. Lagos Barba
30 abril, 2023 at 12:03 pm
Es imposible abatir la corrupción si persiste la impunidad. Los casos más evidentes son los derivados de la defraudación fiscal y el soborno en cualquiera de sus modalidades. Por fin la UIF está trabajando con dureza contra los delincuentes de cuello blanco, como debe de ser.
Henry Moon G
30 abril, 2023 at 12:50 pm
Muy bien por la UIF no cabe duda que es la mejor arma para combatir a la delicuencia organizada, la de cuello blanco y los políticos corruptos y rateros