Condenan por abuso a ex agente de la CIA que trabajó en México

Brian Jeffrey Raymond, agente experimentado de la Agencia de Inteligencia Estadounidense (CIA por sus siglas en inglés) y que se encontraba asignado a México, fue condenado por drogar, fotografiar y violar a más de veinte mujeres.

Brian Jeffrey Raymond era el primer secretario de la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México de 2018 y hasta 2020. El estadounidense, que también fue agente de la CIA, vivía en Polanco en una vivienda oficial proporcionada por el Gobierno de México.

Raymond usó esta casa para drogar, abusar y fotografiar a mujeres que conocía, principalmente, a través de la aplicación de citas de Tinder. Fue descubierto en 2020 después de que las autoridades capitalinas auxiliaran a una mujer desnuda que pedía ayuda desde el balcón del estadounidense, hecho que valió la aprehensión del exagente de la CIA.

Sin embargo, Jeffrey Raymond pudo regresar a Estados Unidos debido a su inmunidad diplomática, lo que le evitaba ser procesado en México. Ya en el país vecino del norte, las autoridades estadounidenses descubrieron entre sus archivos cientos de fotografías y videos donde se le veía abusar de sus víctimas. Se trató de por lo menos 28 mujeres en México y otras partes del mundo donde “trabajó”.

 Por lo anterior, este miércoles 18 de septiembre la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly, dio una sentencia de 30 años de prisión al exagente de la CIA.

 “Es seguro decir que (Raymond) es un depredador sexual (…). Tendrá mucho tiempo para pensar en esto”, dijo la jueza, según reporto Associated Press.

Según la Fiscalía, las agresiones sexuales de Raymond, de 48 años, se remontan a 2006 y se extienden a lo largo de su carrera por México, Perú y otros países, siempre con un patrón similar.

Atraía a mujeres que conocía en Tinder y en otras aplicaciones de citas hacia el apartamento que el Gobierno alquilaba para él, y las drogaba mientras les servía vino y bocadillos. Una vez que estaban inconscientes, pasaba horas colocando sus cuerpos desnudos en distintas poses antes de fotografiarlas y agredirlas sexualmente. En ocasiones les abría los párpados, y en otras colocaba sus dedos dentro de la boca de ellas.

En su juicio, al menos una docena de mujeres víctimas de Raymond, y que fueron identificadas solo por números, narraron la forma en la que el abuso y las agresiones trastocaron sus vidas. Algunas incluso señalaron que sólo se enteraron de lo que les sucedió después de que el FBI les mostró las fotografías en las que eran agredidas sexualmente mientras estaban inconscientes.

Por su parte, el agente acusado de agresiones sexuales leyó una declaración preparada en la que le dijo a la Jueza que había pasado incontables horas contemplando su “caída en espiral”.

“Traicioné todo lo que defendía y sé que ninguna disculpa será suficiente jamás. No tengo palabras para describir lo mucho que lo lamento. No soy así y, sin embargo, me convertí en esto”, afirmó.

Se declaró culpable de cuatro de 25 cargos federales, incluido abuso sexual, coerción y transporte de material obsceno. Como parte de su sentencia, la Jueza le ordenó pagarle 10 mil dólares a cada una de sus 28 víctimas.