La visita al Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, dejó más preguntas que respuestas. Quince días después de que la Fiscalía de Jalisco asegurara el predio y comenzara la recolección de evidencias, el sitio lucía distinto a como lo encontraron las buscadoras el 5 de marzo.
No se observaron grandes estructuras de hornos crematorios, pero la ausencia de estas no descarta la existencia de fosas clandestinas con restos humanos calcinados o disueltos con sustancias químicas. Los resultados de los peritajes forenses serán determinantes para esclarecer lo que realmente ocurrió en este sitio.
Sólo la Fiscalía General de la República (FGR), con el uso de geo radares y equipo especializado, podrá confirmar científicamente qué se oculta bajo la tierra.
Dudas sobre la intervención de la Fiscalía de Jalisco en el Rancho Izaguirre
Uno de los puntos que más incertidumbre genera es un rectángulo de tierra que, según fotografías divulgadas por periodistas como Romina Gandara y Gerardo Farrell, fue cubierto antes de la llegada de los medios. De acuerdo con testimonios de colectivos de madres buscadoras, en ese lugar se encontraron restos humanos, como lo documenta un video difundido en sus redes sociales.

Rectángulo de tierra en el rancho Izaguirre en Teuchitlan, Jalisco. Foto: Fernando Carranza / Cuartoscuro
Por ese motivo, será fundamental que las autoridades expliquen por qué ese espacio fue alterado antes de permitir el acceso a la prensa.
La desorganización con la que se llevó a cabo la visita también es preocupante. Y nuevamente, la culpa es de la Fiscalía de Jalisco, la cual tenía el control total del predio en el momento en que se permitió la entrada a los colectivos y periodistas. Tan es así, que la solicitud de la Fiscalía estatal para que la FGR atrajera el caso se envió apenas cuando periodistas, activistas y madres buscadoras ya estaban dentro del Rancho Izaguirre.
Así lo demuestra el oficio elaborado por la dependencia estatal con el número FE.03.01.493.2025.D.L., que tiene como asunto “se propone la facultad de atracción” y está dirigido al Fiscal Federal en el Estado de Jalisco de la Fiscalía General de la República.
Revictimización y abandono
Más allá de la incertidumbre, lo más indignante fue el trato revictimizante hacia las madres buscadoras y los colectivos de familiares. Ninguna autoridad dio la cara. Ni siquiera el fiscal estatal se presentó para dar explicaciones. El acceso desordenado al rancho se convirtió en un tour del horror, sin contexto ni información clara, dejando a las víctimas en un mar de incertidumbre y tristeza.
Al igual que lo hizo Rosario Ibarra de Piedra, estas mujeres buscan incansablemente a sus hijos. Con dolor, recorren montes, cerros y brechas, arriesgando su vida para encontrar a sus seres queridos. En el Rancho Izaguirre se les vio llorar, gritar desesperadas y decepcionarse por la falta de respuestas.

Madre buscadora en el Rancho Izaguirre en Teuchitlan, Jalisco. Foto: Fernando Carranza / Cuartoscuro
Han pasado años escarbando la tierra sin hallar a sus desaparecidos, enfrentándose siempre a la indiferencia del Estado. Por eso es imprescindible que la búsqueda de personas desaparecidas sea una prioridad. Las madres buscadoras no deben quedar a merced del olvido ni ser utilizadas con fines políticos. Necesitan protección, acompañamiento y respuestas.
Son como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, un faro de esperanza en medio de una oscuridad que urge disipar. Sus voces deben ser escuchadas y sus exigencias atendidas, porque en su lucha está la clave para encontrar la verdad y la justicia.
Un crimen organizado impune
El Rancho Izaguirre es también la prueba brutal de cómo el crimen organizado sigue operando con total impunidad, reclutando principalmente a jóvenes. A pesar de los programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y las becas estudiantiles implementados por los gobiernos del presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum —los cuales han salvado millones de vidas—, un grupo de jóvenes lamentablemente terminan en manos del crimen organizado, ya sea por decisión o por falsas promesas de trabajo.
La Fiscalía General de la República tiene en sus manos la oportunidad de romper con el pacto de silencio y esclarecer lo ocurrido en Teuchitlán. De lo contrario, la impunidad seguirá sepultando la verdad, y este horror se repetirá una y otra vez, hasta volverse una eterna condena para México.

CARLOS SALINAS DE GORTARI
24 marzo, 2025 at 2:18 pm
Me gusta cuando Polemon pone noticias sin apoyar a Morena. Gracias
Herny
27 marzo, 2025 at 12:09 pm
Woowwww a veces es solo cuestión de leer, comparar, analizar y concluir