Las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no sólo revolucionaron la forma de hacer política en México, sino que también representan una gran estrategia de comunicación que nos ha sorprendido cada día durante este sexenio.
Esta vez, después de que un reportero le preguntara al presidente sobre la compra de dólares que se hizo desde el gobierno, AMLO hizo una reflexión que sin duda alguna pondrá a pensar a más de uno.
Dijo AMLO: “La felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra consciencia y estar bien con el prójimo, no lo material, el lujo barato, las marcas, no, eso es de mal gusto”.
Después también aclaró que “no es que no se tenga para lo básico, se puede tener para la alimentación y para el vestido, para el transporte, para la distracción y para el disfrute; pero, como decía Juárez, la justa medianía, no la ambición”
Eso de “querer también triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole y estar pensando que eso es viveza o astucia. No”, comentó. Dijo que eso no tiene que ver con nuestro pueblo, “eso es arriba.”
Afirmó que hubo un presidente que llegó a decir que la corrupción era parte de la cultura del pueblo de México, “fíjense lo equivocado de ese presidente. No, en el pueblo hay una gran reserva de valores culturales, morales, espirituales, en nuestro pueblo, en nuestras familias, eso es lo que hay que estar exaltando”
También se dirigió a los jóvenes mexicanos y les aconsejó no querer “imitar la ropa de marca, las alhajas, los carros último modelo, o sea, todo eso que se promueve, toda esa sociedad consumista, que no tiene que ver con buenos niveles de vida, buenas condiciones de vida.”
Mencionó que “todo eso forma parte del aspiracionismo”, y que ahí “no se encuentra la verdadera felicidad”.