Las extracciones de material pétreo de la mina Calica en Quintana Roo dejaron una devastación de 2 mil 400 hectáreas en la zona de Playa del Carmen, en la selva de la Riviera Maya.
Estos daños incluyen deforestación, pérdida de manglares, muerte de especies en peligro de extinción y modificación de ríos subterráneos y cenotes, explicó Cecilia Elizondo, doctora en ciencias en conservación del patrimonio paisajístico por el IPN a Contralínea.
La especialista mencionó que “el tiempo que tardará la recuperación dependerá de la gravedad de los daños al ambiente” causados por la filial de la trasnacional estadounidense Vulcan Materials Company.
La experta indicó que la magnitud de los estragos ambientales que dejó la mina son devastadores, pues se trata de una cadena sistemática de impactos: “al remover para la extracción de la piedra caliza tenían que pasar el área de los ríos subterráneos. Y aunque encontraban agua, seguían excavaciones”.
La especialista expuso que la remoción del material no sólo impactó en los ríos subterráneos, pues tienen conexión con áreas del mar, sino que al mismo tiempo dañó los manglares, que sirven de refugio para las especies y como zona de desove para especies importantes.
Asimismo, Elizondo acusó que la devastación fue posible gracias a la negligencia de los gobiernos anteriores, que aceptaron entregar dichas áreas a empresas privadas sin velar por la protección ambiental.
Esta práctica comenzó con el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando su titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Julia Carabias, autorizó la explotación de la mina Calica.
“Lo peor de todo es que (el material pétreo) se llevaba a Estados Unidos: se está exportando el propio suelo hacia otro país. Cuando es una empresa privada, perdemos el dominio del territorio. Si ellos deciden no dejarte entrar, como ocurre en los grandes hoteles con el acceso a las playas, y como prohiben el acceso. Todos los mexicanos de una manera libre a las playas, en el caso de Calica en particular, menos”, dijo.
Otros proyectos abonan a la devastación
También los parques turísticos Xcaret y Xibalba -actualmente suspendido- son responsables de la devastación de la región.
“Si lo vemos, es igual a Xcaret. Es una empresa que compra los terrenos a bajísimo costo a los ejidatarios. Yo siempre dije que Xcaret es un Disney de la naturaleza”, mencionó.
Agregó que, sobre el parte Xibalba, le preocupa mucho la manifestación del impacto ambiental, pues “insertaron un gran taladro que ingresa por la tierra y hace estos túneles gigantes”.
Esos túneles, dijo, sirven de atractivo turístico para hacer ríos subterráneos artificiales y conectar cenotes.
“Preocupaba que había dos cenotes que no tenían contacto entre sí, y que ambos tenían especies endémicas en cada uno, y diferentes. Estas especies son muy vulnerables. (Un compañero) me preguntaba sobre qué podíamos hacer para frenar que se conectaran ambos cenotes y se perdieran las especies”, indicó.
Finalmente la especialista celebró que se detuvieran estas acciones de devastación ambiental, pero reiteró su preocupación pues la Ley de Impacto Ambiental no garantiza que se detenga del todo, por lo que aconsejó comunicarse con Profepa para saber si se logrará la clausura de forma permanente.
María Hernández
29 mayo, 2022 at 1:15 pm
Los ecologistas de momento donde estuvieron o donde están en este momento? Si tanto les preocupa el medio ambiente debieron está y otras devastaciones…claro no les importó porque no representaba interés político como el tren maya.
Astroboy
29 mayo, 2022 at 2:38 pm
Para como van las cosas en un par de años ya nadie va a visitar la Riviera Maya, entre el tren de AMLO, el ecocidio de Calica, la inseguridad, el sargazo y tanto ambulantaje en las zonas arqueológicas, mejor ahorro y me voy de turismo a otro país.
Juan José
29 mayo, 2022 at 3:32 pm
Y todos los pseudoambientalistas no dijeron nada. Traidores a los mexicanos, deberían ser exiliados a Siberia para que cuidaran la nieve….jajaja