Ayer, los gobernadores de la Alianza Federalista armaron un súper show: en lugares emblemáticos de sus entidades, juntaron a empresarios afines (a los que invirtieron en ellos y que en la actual le pagan “las facturas”), políticos y hasta “líderes” de organizaciones sociales, y lanzaron discursos contra Andrés Manuel López Obrador.
Prácticamente lo amenazaron: o nos das dinero o rompemos con la federación.
Los actos ayer de esos gobernadores (Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Michoacán Durango, Colima, Aguascalientes, Guanajuato, Tamaulipas y Nuevo León) fueron irresponsables, y podríamos denominarlos golpistas. Y es que, en realidad, por un asunto de repartición de recursos, esos gobernadores están buscando desestabilizar al país.
Los gobernadores, en tiempos recientes, siempre tenían diferencias con la federación, pero nunca habían establecido una estrategia de esta mezquindad ni habían pasado al plano golpista. Esto que están realizando los autodenominados miembros de la “Alianza Federalista” es un hecho insólito, y todo se hace para golpear a un gobierno democráticamente electo y que ha cumplido en todo momento con el reparto de las participaciones estatales.
Lo de los gobernadores es irresponsable. Es ruin.
Además, este show se da en medio de una pandemia, donde prácticamente todo el mundo está en crisis y donde los recursos no son los que se pensaban obtener. Pero estos gobernadores quieren dinero. Y más dinero. Y mucho dinero. Y piden (exigen) sin siquiera establecer un modelo de austeridad, o de menos gastos en sus lujos cotidianos.
Sí, los gobernadores de la Alianza Federalista pasaron del plano político al plano golpista. Y eso es algo que los ciudadanos de todo el país deben rechazar.