Jalisco: el fraude se queda, el señor gobernador se va

Jorge Leonel Sandoval Figueroa es abogado, magistrado y juez. También es el papá del gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Hasta hace unos días era el encargado de operar un fraude electoral en Guadalajara. Sin embargo, un golpeteo interno del PRI (“fuego amigo”) lo ha dejado al margen de la “estrategia” que él mismo diseñó, para “ganar”.

Como todo buen padre, Leonel apoya incondicionalmente a su hijo. Es, como suele decirse, su “operador”. Habla con la gente, reúne a grupos, los pone a trabajar, les dice qué hacer y qué no y cuándo hacerlo. Su deseo más importante en la vida es lograr que su hijo sea presidente de México. Por eso lucha, por eso ha luchado y por eso seguramente luchará siempre. Aunque “siempre” a lo mejor ya no significa mucho tiempo más.

En el PRI de Jalisco muchos no lo ven con buenos ojos; pese a ello Leonel ha amasado gran poder, y cómo no si su hijo es el gobernador y le pide que “opere” la “estructura” y le da todos los recursos públicos necesarios para que las elecciones sean de triunfo y no de derrota.

El papá de Aristóteles, antes de que se iniciara el actual proceso electoral en Jalisco, tenía ante sí una tarea difícil: lograr que Ricardo Villanueva, del PRI, venciera a Enrique Alfaro, ex candidato a la gubernatura de Jalisco y actual candidato a Guadalajara por Movimiento Ciudadano.

En una grabación filtrada al Grupo Reforma por el mismo PRI (el cercano a Enrique Peña Nieto y al senador jaliscience Arturo Zamora), se escucha al papá del gobernador preocupado: confiesa que le entristece ver que hay más calcomanías de Alfaro que de Villanueva en los autos de los tapatíos. Esto lo dijo en una reunión con varios priístas, a quienes explicó la estrategia para hacer de Ricardo Villanueva el próximo alcalde de Guadalajara, es decir, la estrategia del fraude.

A Leonel se le nota, en la grabación, un poco atribulado: si Ricardo no gana Guadalajara, muchos priístas de su grupo se quedarían sin trabajo: “No me quiero imaginar que al rato, en un escenario hipotético, tengamos los resultados adversos; imagínense esa gran estructura de Guadalajara que va a andar volando con todas las implicaciones políticas pues, en el tema de la gobernabilidad para el gobernador […] no quiero ver que gentes de otro partido estén inaugurando el tren eléctrico; que gentes de otro partido estén inaugurando todo el diseño de Jalisco, del proyecto del estado, del proyecto de nación que tenemos”.

En la grabación reconoce que su hijo le ha dado (recursos estatales incluidos) al candidato del PRI: “veo que el gobernador está poniendo todo de su parte, todo el apoyo que se le está dando, que se le puede brindar a Ricardo Villanueva”.

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Sin embargo, para Leonel, no son suficientes las ganas: hay que tener una buena estructura y una buena estrategia, sea ésta legal o no. Por eso describió cómo será el fraude que el PRI hará en las elecciones del 7 de junio: registrará a dos observadores supuestamente independientes en cada casilla; éstos se dedicarán a pasar información de cómo van las cosas a la estructura del PRI externa, para que los priístas de fuera movilicen a personas para que voten por Ricardo y hagan lo necesario para ganar la elección.

Y aunque Leonel afirmó que eso es delito, confió en que la impunidad prevalecerá:

“Ahorita es un INE nuevo, es un consejo, es un instituto electoral de Jalisco nuevo; son consejeros nombrados desde México. Entonces van a actuar no sabemos cómo, pero si ya como lo están haciendo vemos que nos están acusando de tontezas. Afortunadamente nos hace la tarea ya el Tribunal Electoral, pero de todas formas nosotros tenemos que cuidarnos”.

La estrategia de Leonel Sandoval no solamente contempla “observadores” en las casillas, sino en los consejos distritales. Ahí, priístas disfrazados de “neutrales” podrán actuar.

Lo mejor, para el PRI de Jalisco, no para la democracia, es que algunas personas, que son actualmente autoridades electorales, ya han sido avisadas de esto. En otra grabación (también filtrada a Reforma), se escucha a Héctor Martell, jefe de departamento C en la Dirección de Administración de Bienes del Ayuntamiento de Guadalajara, alfil de Leonel, decir que ya habló con “las autoridades del Instituto Electoral del Estado y del Instituto Nacional Electoral, para que nos den ellos todo el apoyo”.

Eso sí, Martell, al igual que Leonel, pide discreción, porque puede haber personas en el INE suceptibles de entorpecer la estrategia:

“Si se dan cuenta que nosotros estamos organizando observadores electorales nos va a exigir que rindamos cuentas económicas y los informes ¿de acuerdo? Entonces cuando hagamos esto, lo hagamos con discreción por favor ¿sí?”.

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El magistrado y padre del gobernador Aristóteles Sandoval, Leonel Sandoval. Foto: Especial

Fuego amigo

Las grabaciones difundidas por el Grupo Reforma, según información obtenida por este reportero con militantes del PRI, son “fuego amigo” que incendió algo y que en el PRI de Jalisco no saben cómo –y Peña Nieto no quiere– apagar.

Es evidente que Jorge Aristóteles Sandoval busca la presidencia de la república, y hace todo para obtenerla. Sin embargo, que Jalisco sea un completo cacicazgo del grupo de Aristóteles (y de su papá) no se ve con buenos ojos en el PRI nacional ni en Los Pinos. Por eso desde “la capital” decidieron “humillar” al gobernador, obligándolo a que fuera él quien mandara a la congeladora a su papá.

Los que filtraron las grabaciones (se sospecha que fue el senador Arturo Zamora, por órdenes o para complacer a Enrique Peña Nieto), no contentos con el golpe al papá de Aristóteles, enviaron a uno de sus muchos portavoces periodístico a decir que el gobernador de Jalisco es un “amateur” y que la situación de Jalisco es “catastrófica” (cosa que, por cierto, es verdad). Este sería el origen del artículo de Raymudo Riva Palacio que aborda el tema.

El “incendio” provocado por el caso “papi de gobernador” ya se extendió, y todo parece indicar, no sólo que afectará la candidatura de Ricardo Villanueva, que no termina de entusiasmar a las grandes mayorías, sino que beneficiará a Enrique Alfaro, ex priísta y ex perredista que continúa arriba en las encuestas.

Plus: la lucha interna del PRI en Jalisco, desnudó la estrategia del tricolor para llevar a cabo un gran fraude en Guadalajara. La misma “estrategia”, seguramente, que aplicará en el resto del estado y en otras entidades del país.