En la tarde de este domingo, después de salir a comer con sus tres hijos en un restaurante libanés cerca de su domicilio, la escritora Elena Poniatowska volvió a su casa y encontró la puerta abierta y todo desordenado.
Afortunadamente el robo no pasó a mayores ya que al llegar a su casa, no había nadie. La escritora explicó que a diferencia de la época en que apoyó la candidatura del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, esta vez no recibió amenazas ni encontró algún acto negativo hacia su persona.
“Pasó entre 2:00 y 5:30 de la tarde, porque nos fuimos a comer al Libanés ya ves que la comida es rica, de Hojas de Parra, y cuando regresamos pues ya luego luego vimos que estaba todo abierto, estaban todos los closets abiertos, todo tirado en el suelo, los calzones, los brasieres, los vestidos. Todo”, declaró la autora.
“Cuando fue candidato López Obrador sí recuerdo que una vez me rayaron el coche y otra vez le dieron por detrás un golpe al coche porque me estaciono enfrente, y luego en la noche sí me llamaban y me decían ‘pinche vieja puta’, sobre todo vieja, les gustaba mucho, me decían ‘vieja regrésate, en qué te metes, pinche idiota”.
El día de hoy a la hora de la comida se metieron a mi casa. Estoy bien y mi familia también, gracias a las autoridades por su apoyo.
— Elena Poniatowska (@Eponiatowska) November 15, 2021
Elena Poniatowska expresó mediante la llamada algunas suposiciones de lo ocurrido en su hogar, llegando a la conclusión que el mayor interés de los perpetradores del asalto eran joyas y algún aparato electrónico, pero no libros, que es lo que más posee:
“Es que subieron, porque ya ves que en la casa hay puros libros, paredes de libros, eso no les interesó y entonces eso lo dejaron. Yo creo que vieron en la sala las paredes todas de libros y entonces subieron y ahí estaba abierta mi recámara, donde duermo, ahí estaba abierta una cómoda y allí todos los calzones tirados, la ropa interior y casi todo”
“Los calzones, los brasieres, todo por el suelo… Estaban buscando algo, un joyero o algo así, pero yo no tengo joyas, tampoco tengo aquí obras maestras, aunque quizás para eso haría falta un ladrón especializado”, apunta.
Al respecto, la autora expresó su tristeza por el nulo interés de los ladrones por los libros.
“Buscaron, encontramos todo patas arribas, pero no le interesó al ladrón ni un solo libro”, “me da hasta tristeza, aquí en México nadie se roba nunca uno”.
Luego de revisar su casa alterada, la escritora se percató que le hacia falta ciertos aparatos electrónicos, como una computadora portátil y un lector de CD.
Señaló que tenía muchos documentos personales en la laptop robada: las columnas que redacta para el periódico La Jornada, el inicio de una nueva novela y el de un cuento.
“Pero esos los tengo en mi cabeza, que es también una computadora, espero que no se me averíe”, señala irónica.
Asimismo, confirmó que el robo sólo se limitó a esos artículos, pues su computadora de escritorio aún la conserva.
“Es en la que trabajo y es del año de María Canica y está como encajonada dentro de mi escritorio, pues es más difícil llevársela. De hecho no me he fijado voy a ir a ver ahorita”.
La familia de Poniatowska ya ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía de Ciudad de México, la cual ha abierto una carpeta de investigación por robo a casa habitación sin violencia y desplazó hasta el lugar a expertos en fotografía, dactiloscopia, criminalística y valuación.
“Vinieron por lo menos 70 unidades a mi casa, una tras otra, vinieron todos a ver, también algunos privados, unos policías vestidos de civil y otros con sus uniformes azules”, refiere la escritora, que añade que en el barrio hay seguridad privada, pero que “les valió gorro” a los ladrones.
Por su parte, agentes de la Policía de Investigación (PDI) realizan trabajos de campo y gabinete, entre ellos el análisis de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que puedan arrojar información relevante sobre los hechos.
Poniatowska, de 89 años, asegura que no va a tomar ninguna medida adicional de seguridad: “Qué medida voy a tomar, si yo ya me voy a morir”, se detiene un segundo y añade, “quizás un casco, por si me dan con un mazo en la cabeza”.
Finalmente, la escritora confesó que tuvo una mala noche, pues “un robo es una agresión, es una violación a tu intimidad”, sin embargo, admitió que se siente tranquila, “estoy bien, muy bien, sobre todo porque mi hija Paula vino al homenaje de su papá, de Guillermo Haro, y está aquí conmigo, y ella es muy fuerte y me da mucha fuerza”.

Daniel Jarquín
15 noviembre, 2021 at 10:52 pm
Elenita, cómo le decimos mucha gente, reciba nuestra solidaridad y aprecio, dentro de todo lo malo, lo bueno es que está bien de salud, los bienes materiales son repuestos. No cabe duda, el humor no lo pierde, por eso es una gran escritora. Un abrazo !!!!
Felipe
15 noviembre, 2021 at 11:00 pm
La derecha está muy enojada, y son capaces de cosas peores.
Isabel Paniahua
16 noviembre, 2021 at 7:29 pm
Elenita es usted muy fuerte y generosa. Le mandamos un sincero abrazo.