Jalisco dejó de ser el estado del mariachi y el tequila para convertirse en uno de los estados más violentos. La situación dejó de ser preocupante para convertirse en crítica, pues ocupa el primer lugar a nivel nacional en personas desaparecidas y el quinto en fosas clandestinas. Ante esta situación la sociedad jalisciense reclama acciones contundentes del Gobierno de Enrique Alfaro Ramírez.
El problema es que estas soluciones no llegan. Al contrario, 2019 fue el año más violento en la historia de Jalisco y frente a eso, el gobernador prefirió construir discursivamente la idea de una refundación que quién sabe qué significa. Con las cifras de Jalisco, lo único que se ha refundado es la inseguridad.
No hay que buscarle mucho. La situación que vive la entidad se ve reflejada en los bajísimos niveles de aprobación del gobierno de Enrique Alfaro. Según la última encuesta de Consulta Mitofsky, el gobierno alfarista va en caída libre, pues únicamente 3 de cada 10 jaliscienses lo aprueban y de agosto de 2019 a enero de 2020, su aprobación pasó del lugar 15 al 23.
No obstante, en lugar de buscar soluciones reales al problema de inseguridad, Alfaro busca resolverlo en términos de percepción. Y desde hace unas semanas cambió su estrategia de comunicación en redes sociales, llegando al extremo de publicar tanto en Twitter como en Facebook, la información que cotidianamente se sube a las página oficiales de la policía o la fiscalía.
Desde ahí y al más puro estilo de la nota roja, Alfaro (más bien las agencias de comunicación que le llevan sus redes sociales), comparte imágenes de distintos detenidos y nos cuenta cómo fueron capturados sagazmente por las fuerzas del orden.
Estos 5 sujetos fueron detenidos por la Policía Metropolitana en Guadalajara y Tlaquepaque, dos de ellos por circular en motocicletas con reporte de robo y los otros tres cayeron tras las investigaciones de la Fiscalía del Estado que los vincularon al robo de vehículos. pic.twitter.com/XL05bv3QB8
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) February 15, 2020
Por si fuera poco, Alfaro envió un mensaje a sus críticos, utilizando para ello una serie de portadas de revistas internacionales:
Para quienes pretenden hacer creer que Jalisco está muy mal, para aquellos que confunden a la gente con cifras incorrectas, inventando historias o haciendo notas tendenciosas, que sigan con lo suyo; mientras tanto, revistas internacionales como estas hablan de todo lo contrario. pic.twitter.com/9HGi6zfzLP
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) February 16, 2020
Sin embargo, tampoco esta estrategia está funcionando. La ciudadanía no es ingenua y en su día a día se enfrenta a la inseguridad. Una situación que los medios jaliscienses no han obviado, por lo que negar lo que sucede u omitirlo sería defraudar a sus audiencias y Jalisco lo que más necesita es una prensa honesta que muestre la gravedad de la violencia.
Lamentablemente el gobernador no piensa así. El miércoles pasado Enrique Alfaro grabó un video de casi cinco minutos y en su acostumbrado tono regañón señaló que los diarios El Informador y Mural han desacreditado las acciones y los resultados en materia de seguridad, también dijo que han tomado una ruta de exponer mentiras groseras con tal de vender periódicos.
Además, de un plumazo sugirió que el cambio en la línea editorial de El Informador se debe a que ya no reciben dinero público y ahora, el diario decidió por venganza emprender una guerra de mentiras.
Por mucho tiempo, hacer negocio del chantaje y de las mentiras fue una dinámica común entre algunos medios y los gobiernos, pero eso se acabó. A quienes no lo entiendan, este mensaje: pic.twitter.com/chL9g4xZ0b
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) February 13, 2020
Estas declaraciones pintan de cuerpo entero el carácter autoritario de Enrique Alfaro. Me recordó aquella frase del dictador Porfirio Díaz, cuando ante cualquier crítica decía “ese gallo quiere maíz”. Pero nunca se preguntaba si detrás de cada crítica u opinión se recogía el sentir de la población.
Ojalá el gobernador salga de su laberinto y entienda que la sociedad jalisciense está cansada de pretextos. Que alguien le diga que cuando hay consenso en las múltiples críticas, el problema nunca serán los medios.
Armando García Lagos Barba
16 febrero, 2020 at 7:34 pm
Alfaro sigue el camino autoritario que prevalece en la Universidad, heredado de su padre (rector de la UdG). Cree que con desplantes va a convencer a la ciudadanía. Lo importante es que haya una verdadera fiscalización de los gastos del Estado de Jalisco, porque, independientemente del alto grado de criminalidad en el estado, hay mucho que hablar de cochupos en el gobierno estatal. ¡No hay que dejarse desviar la atención!