En la imagen, el actual director de TV UNAM cuando trabajaba como comentarista en el noticiero matutino de Televisa.
Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo)
30 de agosto de 2016.- No me imagino a un rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ni de ninguna universidad, diciendo: “pinches estudiantes, me cagan porque son muy nacos”. Lo podrían pensar, incluso decir así como en secretito entre amigos, pero escribirlo no. Y menos publicarlo.
El director de TV UNAM, una televisión que depende y está financiada por una universidad pública, es decir, que ejerce dinero público, escribió que no le gustaba Juan Gabriel porque la música del michoacano representaba a los nacos, y él, el director de TV UNAM, no es naco, sino intelectual. Y claro: no le gusta la gente naca. Fuchi.
Así lo escribió en un artículo publicado en el diario de derechas que lleva por nombre Milenio. El artículo evidencia, de forma contundente, la más letal mezcla que un “comunicador” puede poseer: pedantería, clasismo, racismo, machismo y, a pesar del tufo seudointelectualodide, mucha ignorancia.
Juan Gabriel, junto a Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska.
Dice el director de TV UNAM: “La muerte de Juan Gabriel secuestró mi comida familiar del domingo”. Híjole, pobre hombre. Hay que llorar por él. ¿Acaso no hay acto más ruin que una noticia “secuestre” una reunión-comida familiar? El director de TV UNAM debería demandar a Juan Gabriel por morirse. Nadie tiene el derecho a “secuestrar” una comida familiar.
Dice el director de TV UNAM que Juan Gabriel, para él, es “uno de los letristas más torpes y chambones en la historia de la música popular, todo sintaxis forzada, prosodia torturada y figuras de estilo que oscilan entre el lugar común y el absurdo”. El director de TV UNAM tiene derecho a emitir su opinión sobre la música que produce una persona. Pero, hombre, ¡cuánta pedantería en tan pocas palabras!
Dice el director de TV UNAM (y se entiende con ello, pues, que escribe no como él, sino como quien encabeza un canal de televisión de una institución universitaria) que dirige “un medio de comunicación, pero uno público y universitario, que no suele ocuparse de la farándula”. Quien piense que Juan Gabriel y el fenómeno social y cultural que representó en vida y que está representando en muerte se reduce a algo de la “farándula”, me parece, no tiene capacidades para dirigir un medio de comunicación público y menos de la universidad más importante del país. No vale que el director de TV UNAM mencione que armó un programa “en caliente” sobre Juan Gabriel. No, no y no. Quien tenga, como las demuestra el director de TV UNAM, esas miras tan cortas, tan reducidas, tan pequeñas, no merece estar al frente de la televisora de la UNAM.
Dice el director de TV UNAM que solamente dos álbumes hay en su casa de Juan Gabriel, y es “porque son propiedad de mi mujer”. ¿Y cuándo el director de Radio UNAM compró a una mujer? ¿Cuándo se le otorgó la propiedad de un ser humano? ¿Cuándo? Alguien que afirme (y lo escriba) que una persona es de su propiedad, me parece, no está capacitado para dirigir un medio de comunicación.
Juan Gabriel y su traje de lentejuelas, atuendo que tanto molesta (por “naco”) al director de TV UNAM.
Dice el director de TV UNAM que el clasismo, su clasismo, es “el origen de mi problema con Juan Gabriel (y digo mi problema porque es mío y no suyo, porque en vida o en muerte a Juanga le vengo guango)”. Reconoce, pues, el director de TV UNAM, que es clasista. Agrega: “mi rechazo al trabajo de Juan Gabriel es, pues, clasista: me irritan sus lentejuelas no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria sino por iletrada”. Y concluye que su clasismo no se lo va a quitar jamás: “Pero condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo evitar reaccionar como reacciono [ante la muerte de Juan Gabriel]”.
Eso piensa, afirma y escribe el director de TV UNAM. Su texto intentó desligarse de un artículo que discrimina para reivindicar un artículo que es clasista. Le salió mal todo: su texto es clasista y también discrimina.
El director de TV UNAM tiene derecho a escribir y publicar lo que escribe. Sin embargo, alguien que piensa, afirma y escribe lo que redactó el director de TV UNAM, no debería estar al frente ni del medio de comunicación televisivo de la UNAM ni de ningún otro medio. Así de simple.
Tonatiu alvarez
31 agosto, 2016 at 9:36 am
Como alguien que se ve tan homosexual y viste como jotito de 15 años se ve y sus maneras son de homosexual pueda juzgar a un ídolo del pueblo y si al pueblo dice que juan Gabriel es su ídolo acuerdes señor que la voz del pueblo es mío voz de Dios.
Victor Manuel Alcantar Aldana
31 agosto, 2016 at 9:43 am
Y quién se cree éste mierda seudointelectual ?
Porqué nunca dijo eso en vida de Juan Gabriel ?
es lo más ruin y cobarde.
éste tipo no es más que una mierda en el camino………
l
2 septiembre, 2016 at 12:06 am
Un joto clasista que desbordó su pequeño poder. Sintiéndose celoso de otro que desbordó su humildad y talento querido y aceptado por todos. Pobre imbécil egolatría. Al menos tuvo la decencia de renunciar.
Yaniz
6 septiembre, 2016 at 7:05 pm
Me encantó eso de; ” El director de TV UNAM debería demandar a Juan Gabriel por morirse. Nadie tiene el derecho a “secuestrar” una comida familiar.”
Me reí mucho. Buen sacasmo.
Nicolas Alvarado, que se autodenomina “snob”, que en francés signica; alguien que admira y se esfuerza por seguir todo lo que está a la moda y parece distinguido. Sí señor, usted se distingue por; INTOLERANTE, TORPE en sus comentarios desatinados, UNA VERGÜENZA por que representa a la televisora de una casa de estudios que alberga mucho de social y popular. Nicolas Alvarado, “intelectual” ¡que tenía una sección en un programa de televisa!! ¡Por favor! Es sólo el lamentable grito de quien quiere ser volteado a ver. Este personaje prepotente y sin poder de crítica hacia quien debería, exalta palabras como “naco” y “joto”, QUÉ DICHOSAS PALABRAS señor en un país donde la discriminación es pan de cada día. Es usted poca cosa. Y al contrario del fenómeno que ha causado Juan Gabriel, que sí tiene mucho de interesante.