El Banco de México (Banxico) es una de las instituciones autónomas que se ha mantenido en contra de la Ley Federal de Remuneraciones de Servidores Públicos, implementada por la 4T, que indica que ningún funcionario puede ganar más que el Presidente de la República.
A través de un respaldo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), altos funcionarios de Banxico tienen un sueldo el doble de alto que el de Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tal es el caso de la Junta de Gobierno, cuyos gobernadores y subgobernadores reciben más de 240 mil pesos mensuales.
Esto no es todo: incluso hay exfuncionarios de Banxico que reciben una pensión mensual mucho más alta al salario del Presidente, como Agustín Carstens, Guillermo Ortíz y Miguel Mancera.
Entre enero de 2021 y junio de 2022, Banxico ha erogado 12 millones 720 mil 455.70 pesos para pagar las pensiones por retiro de sus tres exgobernadores.
Así lo indican registros de la propia institución, revisados por el portal FrojiMX, mediante la Plataforma Nacional de Transparencia.
El año pasado, la institución financiera destinó 8 millones 285 mil 385.93 pesos en pensiones, mientras que en los primeros seis meses de este 2022 entregó 4 millones 435 mil 069.77 pesos.
Al finalizar este año, el órgano habrá entregado más de 17 millones de pesos en pensiones en dos años para solo tres exgobernadores.
Rangos de pensiones
Las pensiones que se entregan a los tres exgobernadores de Banxico no están unificadas, sino que varían desde los 130 mil pesos y hasta los 330 mil pesos mensuales.
La más alta se entrega a Miguel Mancera, el primer gobernador del Banco, quien llegó al órgano autónomo como Director General en el sexenio de Miguel de la Madrid, siguió en el de Carlos Salinas de Gortari y se retiró al final del gobierno de Ernesto Zedillo.
El año pasado Mancera recibió 315 mil 627.25 pesos mensuales, es decir 3.7 millones de pesos anuales. En el primer semestre de este año percibió 338 mil 333.75 pesos al mes, es decir poco más de 2 millones de pesos en seis meses.
Le sigue Guillermo Ortiz, quien llegó a Banxico en el Gobierno de Zedillo y continuó ahí hasta la mitad del sexenio de Felipe Calderón.
Ortiz Martínez recibió 252 mil 662.10 pesos mensuales en 2021, es decir poco más de 3 millones de pesos anuales; además, en lo que va de 2022 ha recibido 270 mil 642.37 pesos al mes, sumando 1.6 millones de pesos en seis meses.
En tercer lugar aparece Agustín Carstens, actualmente gerente del Banco de Pagos Internacionales, quien llegó a la institución con Felipe Calderón y la dejó a mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Mientras que Alejandro Díaz de León, quien dejó el Banco de México en diciembre pasado, luego de que AMLO no considerara renovar su gubernatura, recibe una pensión mucho menor que sus antecesores: 26 mil 370.10 pesos mensuales.
En total, de enero a junio de este año, Díaz de León ha recibido 158 mil 220.60 pesos y para finales de año habrá sumado 316 441.2 pesos por concepto de pensión.
Arturo Arroyo Rivera
27 julio, 2022 at 12:33 pm
No cabe duda que es otra de las facetas del seudoservidores públicos que ostentaron cargos de primer nivel en el período neoliberal, sin ningún recato. Además amparados o protegidos por los expresidentes en los mismos períodos. ¡¡¡Todos, los cuatro, son una runfla de pillos y desvergonzados!!!
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Israel Jarquín
27 julio, 2022 at 2:33 pm
Miserables ratas chupándose los recursos del pueblo, tan siquiera hubieran hecho buen desempeño, pero no es así. Esos son los enemigos del pueblo, los que se resisten al cambio…cuanto tiempo el pueblo los va estar manteniendo….son buitres carroñeros…
Alis
27 julio, 2022 at 3:54 pm
La época del saqueo y rapiña en México. Estos y otros delincuentes de cuello blanco son el prianismo en su más pura esencia. Por nuestra parte ¡no queremos que regresen a “gobernar”!
Raúl Hernández Jiménez
27 julio, 2022 at 4:06 pm
Si, se les quito las altas pensiones a los expresidentes, lo mismo se debe hacer con exfuncionarios que reciben pensiones que insultan al pueblo, son personas que trabajaron para el estado pues deben recibir lo que marca la ley y no premiarlos por su buen desempeño para fregar al pueblo en beneficio de los gobernantes.