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Calderón dice que puede dormir y el caso García Luna no le quita el sueño

Felipe Calderón por fin presentó su libro ‘Decisiones difíciles’, un mamotreto con el que espera volver por la puerta grande a la senda de la política.

El ex presidente habló del fraude electoral en el 2006, un tema le ha perseguido desde que se puso la banda presidencial, de su colaborador Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos a la espera de ser juzgado por proteger al Cártel de Sinaloa,  así como de la gestión de Andrés Manuel López Obrador, a quien no pierde la oportunidad para atacar.

En una presentación virtual, el ex mandatario aseguró que sólo hay dos tipos de políticos:  los que pueden dormir y los que no. Él, dijo, es de los segundos, porque son de los que tienen principios, pero toman decisiones difíciles y los dilemas éticos no dejan dormir.

El periodista Leonardo Curzio, le hizo el ‘honor’ de presentar el libro, para que Calderón ofreciera una respuesta ya ensayada en varios noticieros de radio y televisión y con los mismos de siempre: Pascal Beltrán del Río y Ciro Gómez Leyva.

Con ellos dijo que no conocía las actividades ilícitas de García Luna, y que sólo hubo “rumores”, pero nadie presentó evidencia.

Fue por eso, dijo, que se decidió nombrarlo como secretario de Seguridad Pública (SSP) porque tenía muy buena relación con las agencias de seguridad de Estados Unidos, como la Agencia para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).

Felipe Calderón contó que, antes de llegar al gobierno, no conocía, de manera personal a García Luna, y antes de colocarlo al frente de la SSP, buscó referencias de él con líderes de la sociedad civil.

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Dijo además que hizo un “buen equipo” con Eduardo Medina Mora, quien fue procurador General de la República y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un cargo al que tuvo que renunciar en medio de un escándalo que lo involucra con lavado de dinero.

“Platiqué con algunos líderes de la sociedad civil y tenían una buena opinión de él. Tenía una interacción muy importante con las agencias americanas. Había cooperación internacional”, afirmó.

En su libro, de poco más de 300 páginas que está a la venta desde este lunes, Felipe Calderón asegura que la noche del domingo 2 de julio Andrés Manuel López Obrador ya sabía que las tendencias no lo favorecían, pero que el tabasqueño insistió en señalar que le habían cometido un fraude.

“Sin embargo, Andrés Manuel sale a la calle a decir que él tenía encuestas donde había ganado y hasta la fecha no ha presentado”, comentó en la entrevista que se realizó de manera virtual.

Calderón dijo que ya “deberíamos superar 2006”. 

En materia de combate al narcotráfico y consumo de drogas, Calderón Hinojosa dijo para abatir al crimen organizado no es necesario  despenalizar el consumo de drogas, sino de recuperar el control del Estado.

“Lo que pasa en México es la captura del Estado. El crimen se apodera del Estado mexicano, ese es el problema. El Estado está perdiendo poder a manos de los criminales y eso encuentro yo cuando llego a la presidencia”, dijo. 

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Además, aseguró que no fue idea de él sacar al Ejército a las calles, sino de Lázaro Cárdenas Batel, quien le pidió ayuda federal para controlar el crimen, y actualmente es el jefe de asesores de la Presidencia de la República.

“La petición que me hace el gobernador Lázaro Cárdenas fue de ayuda federal. Yo era reticente al principio. Le dije ‘¿por qué no se la pide al presidente Vicente Fox?’ y me respondió ‘se la he pedido desde hace casi un año y no me apoyó. Necesito que entiendas el problema, somos michoacanos los dos”, comentó.

En uno de los pasajes del libro, Calderón narra, como si estuviera envalentonado, las tensiones que se dieron entre su gobierno y el del francés Nicolas Sarkozy, por la detención de Florence Cassez, la ciudadana francesa a la que su gobierno encarceló después de haberla incriminado como líder de una banda de secuestradores. Y aunque en el 2013 la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó otorgarle la libertad y declararla inocente de los cargos que le fueron imputados, Calderón insistió en condenarla.

“No es ninguna blanca paloma”, dice el ex mandatario. 

Otro pasaje al respecto de esta tensión sucedió durante  un almuerzo que ofreció Sarkozy en Brasil, a quien consideraba su gran aliado.

“Estábamos en el almuerzo que se suele ofrecer a los mandatarios fuera ya de agenda. (…) La conversación fue subiendo de tono, literal: ‘mi amigo Sarkozy —decía Lula (Da Silva)— me ofreció que Eurocopter invirtiera miles de millones de euros en Brasil, y yo le dije que el primer cliente sería el gobierno brasileño, porque el Ejército brasileño le compraría 60 helicópteros para hacer la mayor fuerza aérea de América Latina’. Y (Hugo) Chávez, que no se quería quedar atrás, le dijo que Venezuela compraría otros tantos para el Ejército Bolivariano... y de repente suelta: ‘¡y juntos, Brasil y Venezuela, vamos a invadir México!’ Ambos soltaron una estruendosa carcajada, tras la cual se hizo un silencio en la mesa. Sentí cómo las miradas pesaban sobre mí. Yo seguí comiendo unos segundos, pero no resistí: dejé pausadamente mis cubiertos en el plato, levanté la vista hacia ellos, y les dije en voz clara y fuerte: ‘¡Y juntos, o por separado, nos la pelan a los mexicanos!’”, describe Felipe Calderón en su libro.

La aparición del libro del ex panista causó tanto revuelo, que hasta el director del documental ‘Hasta los Dientes’, Alberto Arnaut, tuvo que salir a desmentir  los dichos de Felipe Calderón sobre el asesinato, a manos de militares, de los estudiantes Jorge y Javier, en el Tec de Monterrey, en el marco de la sangrienta y fallida Guerra contra el Narco implementada por el ex presidente.

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Calderón en su libro,  asegura que la criminalización de Jorge y Javier vino de parte de la fiscalía local y no de su gobierno. “Sin embargo, informes presentados por la SEDENA a la CNDH demuestran lo contrario”, refirió Arnaut, quien presentó un estricto de dichos documentos.

https://twitter.com/asarnaut/status/1262579890626244608

Varios periodistas y analistas se sumaron a los cuestionamientos, pero de una forma distinta, una en la que no se tragan el cuento de que Calderón no sabía nada de los vínculos de García Luna con el Cártel de Sinaola.

Maurizio Montes de Oca escribió a propósito en su cuenta de Twitter que Calderón elaboró un tutorial para lavarse las manos. 

El periodista de Proceso Álvaro Delgado comentó al respecto, que en realidad se trata de un libro propagandístico para apuntalar su partido México Libre, al que le urge ya dinero público.

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El politólogo Abraham Mendieta resaltó las omisiones de Calderón.

El productor Epigmenio Ibarra resaltó que Calderón nunca ganó una elección, y jamás pidió perdón por sus crímenes. 

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