AMLO: corruptos no deben estar tranquilos con la consulta

El Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que no habrá fraude en la consulta pública que comenzó este jueves para decidir si se continuará o no con la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco.

“Tiene toda la seguridad porque los ciudadanos están cuidando de que las cosas se lleven a cabo con limpieza; los mexicanos quieren que haya legalidad”, dijo al acudir a votar en la urna instalada en la explanada de la Alcaldía de Tlalpan, donde vive con su familia.

En ese lugar, López Obrador, reiteró que su gobierno respetará las inversiones que se han hecho en el NAICM, por lo que los empresarios pueden estar tranquilos.

Dijo que buscaría a los empresarios involucrados en la obra, como el magnate Carlos Slim y Jerónimo Gerard (cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari).

“Pueden estar tranquilos los financieros. Los corruptos no, esos están muy nerviosos”, afirmó, y continuó: “el distintivo es no permitir la corrupción, cero impunidad. Ni amiguismo, ni nepotismo, ni ninguna de esas lacras”, advirtió.

“Son como cinco grandes empresas las que están trabajando, de ellos lo que he sabido, incluso algunos me han mandado a decir, que no hay ningún problema. Lo que decidan los ciudadanos. Eso me lo han mandado a decir dos o tres de ellos de estos grandes”, comentó.

El tabasqueño no tachó ninguna opción en su boleta y al ser cuestionado por ello, dijo que su voto fue secreto y “por la democracia”.

Andrés Manuel aseveró que sea cual sea la decisión que tomen los mexicanos su gobierno va a “garantizar la inversión, la imparcialidad, y garantizado que va a haber cero corrupciones”.

“Lo que decida la gente va a ser respaldado por el Gobierno y los contratos que existen en la construcción del Aeropuerto en Texcoco, en el caso de que se escogiera Santa Lucía, esos contratos van a ser respaldados, protegidos”, añadió el mandatario electo.

Tardará al menos seis años

Aunque la sociedad se incline por el aeropuerto en Texcoco, el ingeniero Javier Jiménez Espriú, futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, aseguró que no estará listo durante este sexenio debido al retraso en las obras.

“La decisión que se tome no va a estar lista en los próximos años. Va a tardar entre seis u ocho años”, dijo en entrevista a la periodista Carmen Aristegui.

Asimismo, mencionó que las dos opciones que están a consulta pública para la construcción del nuevo aeropuerto son válidas, pues no existe ningún elemento que ponga en duda la seguridad de los proyectos.

Agregó que se espera una participación de entre 500 mil y medio millón de personas y aseguró que sea cual sea el resultado de la consulta, se respetará el mismo.  

Explicó que si Santa Lucía es elegido se ampliarán algunas vías, y se hará un carril confinado entre el aeropuerto de Santa Lucía y el NAICM con un tren o autobuses directos que harían un recorrido de 20 o 25 minutos sin escala.

Es la primera vez que una autoridad electa somete a consulta pública una obra de esta magnitud, y hasta ahora el ejercicio ha provocado una profunda controversia.

Los críticos del ejercicio democrático como el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, han advertido que cancelar la construcción tendría consecuencias financieras “irreparables” para el país.

Sin embargo, López Obrador asegura que es falso:

“No hay nada que temer”, ha dicho.

“Voy a hablar con los empresarios para garantizarles que van a seguir bien de sus contratos”, dijo en los últimos días.

Pero más allá de las diferentes opiniones, la consulta ha revelado dos visiones del mismo país que se mantienen confrontadas desde la reciente elección presidencial. En una entrevista para la BBC Mundo, el investigador del Instituto Mora,  Hernán Gómez Bruera destacó lo siguiente:

“Sí hay dos Méxicos en la medida que uno de ellos cree que hay mejores formas de gastar el dinero que en un costoso aeropuerto”, dijo.

Desde el anuncio de su construcción, en septiembre de 2014, el NAICM ha sido un proyecto controvertido. Originalmente el presupuesto de la obra fue de 169.000 millones de pesos, unos US$12.500 millones según la cotización de ese año, pero según el equipo del presidente electo el costo del proyecto virtualmente subió hasta 285.000 millones de pesos, unos US$15.000 millones al precio actual.

El incremento se debe a la variación en el tipo de cambio entre el peso y el dólar.

Desde que estaba en campaña electoral, López Obrador propuso cancelar la construcción del NAICM y en su lugar ampliar la Base Aérea Militar de Santa Lucía, a unos 40 kilómetros de Ciudad de México.

Sin embargo es hasta ahora, meses después de que ganó la elección presidencial, cuando los empresarios, analistas y funcionarios del gobierno actual de Enrique Peña Nieto comenzaron a cuestionar la decisión del presidente electo.

Por ejemplo, el Grupo Financiero Citibanamex asegura en un análisis que suspender las obras en Texcoco sería “el error de octubre”, como aquella crisis económica de 1995 que el mundo conoció como el “Efecto Tequila”.

La consulta pública incluso ha sido etiquetada como “clasista” por algunos analistas. López Obrador ha justificado que “es un asunto de todos, no nada más de los que viajamos en avión”, y que “tiene que ver con el presupuesto que es dinero de todo el pueblo”.

En redes sociales se ha acusado al presidente electo de oponerse al progreso del país.  Por ejemplo, el caricaturista del Grupo Reforma, Francisco Calderón, propuso que se consultara sólo a quienes cuentan con un pasaporte vigente.

“La gente que no lo tiene no viaja, y por lo general tampoco paga impuestos”, publicó en su cuenta de Twitter.

Y otros como el expresidente Vicente Fox, se refirió a la consulta como “una pendejada” en Milenio Televisión.

“Es preguntarle a la ignorancia, a quien no vuela, a quien no anda en aviones”, insistió, el exmandatario.

Y remachó: “¿Qué quieres que te diga un señor en Tepito, qué quieres que te diga un señor en Oaxaca?

El investigador Gómez Bruera le insistió a la BBC Mundo que en la consulta también hay dos formas de entender el rumbo del país.

“Hay un México que tiene nostalgia del México autoritario, donde los tecnócratas decidían todo con criterios supuestamente técnicos”, afirmó.