Contactanos

 

Jermaine Towns, left, and Brandon Shuford wait down the street from a multiple shooting at a nightclub in Orlando, Fla., Sunday, June 12, 2016. Towns said his brother was in the club at the time. A gunman opened fire at a nightclub in central Florida, and multiple people have been wounded, police said Sunday. (AP Photo/Phelan M. Ebenhack)

Taim-Lain

Orlando: ¿cuándo podremos bailar sin balas?

Por: Darío Pereira (@Darp00)*

Que esa loca tan loca, tan torcida, tan desnuda, tan emplumada, tan vulgar.

Que cómo pide respeto si no se respeta, porque ni modo que abofetear décadas de clandestinidad mediante las nalgas descubiertas tenga algo que ver con la dignidad y la libertad.

Porque ni modo de no señalar la abominación desde mi Facebook, desde mi parlamento, desde mi metralleta.

Y mientras, acá estamos. Aguantando burlas en las escuelas, borrando los historiales de los navegadores, recibiendo balas mientras bailamos. Y a la vez resistiendo. Danzando sobre carrozas, marchando bajo arcoíris, amando en público y en privado.

Orlando 2

Pero no ha sido fácil. Basta preguntárselo a las magulladuras de los cuerpos combativos de Stonewall, y los de Rusia, y los de aquí y los de allá; o al cuerpo en caída libre de aquel sirio que se adivinaba bello a pesar de que la venda de la homofobia le cubrió su última vista y le truncó la vida; o a los charcos de sangre del Madame; o a la carne quemada en el Divine o al grito de la chica trans asesinada a tres cuadras de mi casa, cuyo nombre no recogió la prensa porque el espacio lo ocupó la duda sarcástica de si era un él o una ella, como si la tinta impresa fuera juez más legítimo para decidirlo que la cotidianidad  —el maquillaje, la peluca, el amor, el sexo— de una vida que ya fue.

El desprecio ha costado muchas vidas. Ha traído muertes de odio y muertes de lucha. Y nos costarán más. Quién sabe si la tuya o la mía.

Anuncio publicitario. Siga deslizando para continuar leyendo

orlando

Pero ahora que el pulso de decenas se ha detenido, que nos sirva de resignación el recordarles a quienes nos odian —desde los púlpitos, las células terroristas o desde la silla frente a la computadora— que la vergüenza les será devuelta.

La vergüenza adolescente de encerrarse en un baño sudando porque alguien te hace preguntas incómodas, la vergüenza del primer beso en público, la vergüenza que hemos sentido por amar.

Algún día, pues, se consumirán en la vergüenza de estar del lado equivocado de la historia. De permanecer junto honrosos racistas, fascistas, misóginos, esclavistas, asesinos… Y de ahí quedarse eternamente.

Y ya sin sus balas, nosotros seguiremos bailando.

*Es periodista. Actualmente es estudiante de la maestría de Ciencias Sociales en la Universidad de Guadalajara.

Avatar
Escrito por

Click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Támbien te puede gustar

Taim-Lain

En su libro El caso Florence Cassez: Mi testimonio publicado el año pasado, Pablo Reinah, ex reportero estrella de Televisa, dice que Luis Cárdenas Palomino...

Taim-Lain

Xóchitl Gálvez Ruíz, candidata presidencial del PRI, PAN y PRD, fue captada “escupiendo” un chicle en la mano de su asistente, lo que nuevamente...

Taim-Lain

Durante su paso por la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México (CDMX), el panista Santiago Taboada ocasionó un desfalco de 32 millones...

Taim-Lain

Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, PT y PVEM, respondió a la nota “periodística” difundida por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI),...