Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo)
4 de junio de 2017.- El PRI usó todo. Dinero, acarreo, empleados del gobierno estatal y del federal, y también de otras entidades. Gastó mucho: fajos de dinero que se repartían entre los votantes y usó miles de celulares para que los acarreados le sacaran imagen a la boleta con la cruz en el logotipo del PRI.
Enrique Peña Nieto no dudó en desviar recursos federales (tanto materiales como humanos) para apoyar a su partido en la entidad donde fue gobernador. Claro, nunca se demostrará ello, pero sí lo hubo, fue claro. Evidente.
Los mapaches del PRI en el Estado de México representan la mapachería más certera y letal de todo el país. Cuando hay elecciones, y gente del PRI del Estado de México van a otras entidades, ellos hacen “maravillas”: saben cómo acarrear, saben cómo intimidar, saben cómo robar urnas, saben cómo cerrar a la fuerza casillas donde los resultados no les favorecen, saben cómo descontrolar a los cazamapaches. Saben muchas cosas, y se sienten orgullosos de ello.
En el Estado de México, la que consideran su entidad, los mapaches del PRI han hecho de todo en esta elección. Quizá los actos más grotescos, en cuanto a intimidación, fueron los cabezas de puerco y cruces negras que dejaron en unas oficinas de Morena.
Alfredo del Mazo. Foto: Especial
Ahora bien, toda la estructura priísta estuvo en el Estado de México: acarreando, llamando para inhibir el voto ciudadano o para impedir el voto a favor de Delfina Gómez, pagando a los votantes, obligando a empleados de gobierno a ir a votar. Han hecho de todo, y a pesar de ello, se miran desesperados. Se miran aterrados. Sí, ésa es la palabra: aterrados.
Los resultados pronto se conocerán, y será una batalla complicada por todas las irregularidades que ha habido. Harán lo imposible para establecer la percepción de que ganó Alfredo del Mazo. Sin embargo, todo indica que eso no les bastará. Hasta el momento, Delfina, según informaciones diversas, va arriba en la elección.
Será un duro golpe: en el panorama actual, para el PRI es ya imposible ganar la próxima elección presidencial de 2018. Por eso quieren mantener el Edomex, porque sin él, no tendrá guarida, no tendrán bastión. Se quedarían sin nada.
